Erla conquista el cerro de la corona. A las orillas del Arba de Biel se sitúa esta bonita localidad donde se cruzan los caminos de Zaragoza y Ejea de los Caballeros. A diez minutos de la capital cincovillesa y a escasos cincuenta de la aragonesa.
Los restos íberos encontrados en el cerro de la Corona atestiguan la antigüedad de la localidad que fue repoblada en la Edad Media, época cuya huella evidente se puede observar hoy en día paseando por sus calles. Erla fue, además, el lugar de nacimiento del tenor Antonio Aramburo, cuya casa se conserva en la localidad, todo un icono para su pueblo.
Su paisaje está dominado por campos de cultivo con alguna vegetación espontánea de matorral mediterráneo y vegetación de ribera y acuática en las márgenes del río y conducciones de riego.
Esta localidad de 362 habitantes cuenta con todos los servicios básicos como médico y escuela, gasolinera, oficina bancaria, farmacia, pero, además, para todos aquellos que quieran teletrabajar tiene una conectividad de 100Mbps.